Se trata de una técnica que lleva realizándose años en este campo de la Medicina para la prevención y el tratamiento del envejecimiento cutáneo. Se realiza mediante microinyecciones indoloras en la zona afecta que queremos tratar (cara y cuello).
Como tratamiento preventivo se debe realizar a partir de los 30 años, aunque no existe límite de edad para obtener un efecto rejuvenecedor en las zonas tratadas.
Los productos utilizados más frecuentemente son las vitaminas y el ácido hialurónico, que hidratan la piel en profundidad y estimulan la producción de colágeno y elastina, disminuyendo la flaccidez cutánea.
La frecuencia del tratamiento suele ser mensual, si bien depende del estado de la piel a tratar.
Es muy importante una protección solar correcta y una pauta cosmética en el domicilio, adecuada a la piel de cada paciente.
Esta técnica, además, permite la reincorporación inmediata del paciente a su vida habitual.