Utilizar fotoprotectores solares hasta los 18 años «puede reducir en un 78% el riesgo de tumores cutáneos», según expertos de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) y de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP). La aparición del cáncer de piel, explican, «se relaciona con la exposición a los rayos solares durante largos periodos y con exposiciones intermitentes e intensas». Así, los especialistas de esta sociedad científica consideran que más del 90% de los tumores aparecen en áreas expuestas al sol como son «la cara, el cuello, las orejas, los antebrazos y las manos».
Por ello, todas las medidas de protección solar que adoptemos con nuestros hijos (uso de cremas protectoras, sombrillas, prendas de ropa y evitar las horas de máxima exposición solar) son las que les prevendrán de problemas cutáneos en su vida adulta.