Existe una gran variedad de tratamientos tópicos. Hay que diferenciar entre los productos cosméticos y los tratamientos médicos. Son la base de los tratamientos para el acné y los más empleados. En casos de acné leve solo con un tratamiento tópico podemos lograr controlarlo, mientras que en las formas moderadas o severas nos servirá como complemento a otros tratamientos. Utilizar las cremas y geles adecuados es fundamental para controlar el acné y además nos puede ayudar a tratar las cicatrices. En DermaTenerife también te podemos aconsejar sobre qué cosméticos emplear para que tu piel grasa no desarrolle lesiones de acné.

Ciertos antibióticos como tetraciclinas, clindamicina o azitromicina se utilizan para tratar el acné durante periodos de varias semanas a tres meses. Se administran no por su efecto antibacteriano, sino por su efecto antiinflamatorio. Los antibióticos son eficaces en acné leve y moderado con lesiones inflamatorias (granos rojos). Van muy dirigidos a la piel y generalmente no tienen los efectos secundarios que pueden tener otros antibióticos de amplio espectro. – Antiandrógenos: se emplean en mujeres que tienen trastornos hormonales que producen su acné (40% de las mujeres). Para ver qué tratamiento realizar, hay que diagnosticar qué hormonas están alteradas y una vez se sepan, corregirlas con un tratamiento adecuado a cada caso. – Isotretinoína: es un derivado sintético de la vitamina A. Se trata de un tratamiento que se administra vía oral mediante la ingesta diaria de pastillas. Lo empleamos en acnés moderados y severos o en aquellos que son resistentes a los tratamientos previos. Ha demostrado ser el tratamiento oral antiacné más eficaz. Los dermatólogos consideramos que bajo las medidas de control adecuadas es un tratamiento seguro. Además, hay que tener en cuenta que hace tres décadas, cuando comenzamos a utilizarlo, se administraba únicamente en acnés muy severos y a dosis altas, con lo cual tenía muchos efectos secundarios y ahí ganó su mala fama. Hoy en día tendemos a utilizarlo a dosis mucho más bajas, en algunos casos incluso minidosis de mantenimiento, con lo cual disminuyen mucho sus riesgos y son perfectamente bien tolerados. De hecho, muchos dermatólogos hemos tratado a nuestros hijos con este fármaco para curarles el acné.

Se trata de una de nuestras especialidades y permite tratar diferentes aspectos:

• Reducir la grasa de la piel.
• Atenuar las cicatrices (marcas) del acné y sus rojeces.
• Eliminar los comedones (“puntos negros”).
• Reducir el tamaño del poro y uniformizar la textura de la piel.

Inicialmente se inicia un tratamiento domiciliario durante 2 semanas para preparar la piel, y así poder posteriormente aplicar el peeling (emplea una concentración más elevada del producto empleado). Normalmente se realiza una sesión al mes y se va distanciando luego al ir mejorando el paciente. Generalmente pueden realizarse en cualquier época del año y son muy bien tolerados. Pueden realizarse a cualquier edad. El mismo día del peeling, el paciente es valorado por nuestro dermatólogo y se le revisa el tratamiento domiciliario.

Se trata de una técnica que se realiza en consulta y que permite mejorar de una forma importante y en una única sesión la piel grasa. Es una técnica muy agradable y con resultados inmediatos. Consta de 3 fases (se realizan todas en un total de 40 minutos):

• Peeling físico con microcristales de puntas de diamante, que realiza un peeling físico que permite eliminar las células muertas de la piel y suavizar la textura de la misma.
• Aspirado de ese conjunto de células muertas liberadas de la piel y del exceso de grasa.
• Infusión de un sérum reductor de la grasa.