Enfermedad cutánea crónica inflamatoria de la unidad pilosebácea, de etiología multifactorial y que afecta fundamentalmente a las áreas con mayor densidad de glándulas sebáceas. Aunque existen formas neonatales e infantiles, alcanza su mayor prevalencia en este período (“acné juvenil”), constituyendo una de las enfermedades cutáneas más frecuentes al afectar, en mayor o menor grado, hasta al 80 % de la población entre los 13 y 18 años.
No existan tratamientos milagrosos, pero podemos mejorar el aspecto de tu piel
Proceso multifactorial. Las alteraciones se desarrollan en primer lugar en el canal folicular, afectándose la glándula sebácea de modo secundario.
No existan tratamientos milagrosos. Cualquier tratamiento requerirá un tiempo para desarrollar su efecto. Es importante la higiene facial, evitar la manipulación de las lesiones y evitar cosméticos comedogénicos.
Todos los pacientes con acné lo requieren en mayor o menor medida, ya sea combinado con tratamientos orales o, en las formas leves, como monoterapia. La mayoría se aplicarán no sólo en las lesiones sino en todas las zonas de piel susceptibles de presentarlas.