PREVENCIÓN DEL CÁNCER DE PIEL EN LA INFANCIA (DERMATOSCOPIA DIGITAL)
Los niños constituyen un grupo de población muy especial en lo que a lunares o nevos melanocíticos se refiere. Hay nevus congénitos (presentes en el nacimiento) y nevus adquiridos (apareciendo a lo largo de la vida). El melanoma en la infancia es excepcional, dado que algunos nevus presentan ciertas características atípicas y pueden ser de gran ayuda en el seguimiento herramientas como la dermatoscopia digital, que es una técnica de la que disponemos en DermaTenerife desde hace años.
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Dermatoscopia digital en niños y jóvenes
Es el examen de las lesiones pigmentadas de la piel (generalmente lunares) con una lente y una fuente de iluminación especiales (con frecuencia con luz polarizada y un filtro de polarización cruzada), lo que nos permite ver estructuras y colores en las lesiones pigmentadas de la piel que no son visibles a simple vista. Esto facilita evaluar si un lunar es claramente benigno, sospechoso o claramente maligno (melanoma). También facilita reconocer con mayor precisión diagnóstica muchos otros tumores de piel, benignos y malignos. Para todo ello se emplean los denominados dermatoscopios como el Handyscope, que permite almacenar las imágenes y compararlas con otras imágenes sacadas más adelante para poder evaluar si hay cambios en las lesiones.
¿Es frecuente el melanoma en la infancia y juventud?
El melanoma es excepcional en menores de 10 años y muy poco frecuente entre los 10 y 20 años, aunque en este grupo de edad en que el cáncer en general es raro el melanoma se ha convertido en uno de los tumores más frecuentes, algo en parte asociado a factores genéticos de predisposición junto a los antecedentes de quemaduras solares repetidas. Cuando se diagnostica tarde el pronóstico del melanoma es malo y conlleva riesgo letal, al igual que ocurre en adultos. Diagnosticado precozmente su pronóstico suele ser excelente. La dermatoscopia digital nos facilita un control más preciso de los lunares en niños y jóvenes, cuando por su abundancia o su tipología se considera que se asocian a un mayor riesgo de padecer melanoma.
¿Qué niños y jóvenes se pueden beneficiar más de la dermatoscopia digital?
Los pacientes que más se pueden beneficiar del seguimiento de sus lunares con dermatoscopia digital son aquellos en los que se dan algunas de las siguientes circunstancias:
– Antecedentes familiares de melanoma (en familias con predisposición genética a melanoma, este tumor suele presentarse en edades más precoces).
– Lunares muy abundantes (más de 50).
– Lunares de aspecto atípico (forma, bordes y coloración algo irregulares, tamaño con frecuencia superior a 5 mm).
– Lunares congénitos. Dependiendo de su tamaño (algunos pueden superar los 10 cm de diámetro) y de sus características (pigmentación más o menos intensa y abigarrada, rugosidad, pilosidad) estos lunares se vigilan con imágenes panorámicas aisladas o en combinación con imágenes de dermatoscopia. En los lunares congénitos de gran tamaño el riesgo de malignización es mayor en la infancia.
– Niños de piel muy clara y pelo rubio o pelirrojo, a menudo con pecas abundantes. Se recomienda especialmente su vigilancia con dermatoscopia digital si además concurren antecedentes familiares de melanoma y/o presentan lunares abundantes y algunos lunares atípicos.
– Niños con enfermedades genéticas que aumentan el riesgo de cáncer de piel, incluyendo el melanoma, como ocurre con las diversas variantes de xeroderma pigmentado, una enfermedad en la que la piel apenas puede reparar el daño que le hace el sol.
– Niños que han recibido tratamiento con quimioterapia o radioterapia por otros tumores, o tratamiento con medicación inmusupresora (enfermedades autoinmunes, receptores de órganos trasplantados). El riesgo de melanoma en estos niños aumenta algo y la presencia de muchos lunares dificulta también su vigilancia.