EL EMBARAZO PROVOCA CAMBIOS EN LA MUJER
A lo largo de todo el embarazo gran parte o todas las mujeres van a experimentar cambios en su piel, desde cambios fisiológicos como la hiperpigmentación de areolas o abdomen, hasta cambios más importantes como empeoramiento de la atopía u otras enfermedades específicas de la piel. Pueden aparecer además alteraciones cutáneas benignas, pero con repercusión estética, como el melasma, o las estrías.
Estamos a tu disposición para resolver todas las dudas que puedas tener acerca del cuidado de la piel durante el embarazo
Los lunares crecen durante el embarazo
Los nevos melanocíticos, conocidos comúnmente como lunares, suelen experimentar cambios durante el embarazo debido a las variaciones hormonales que se producen. Así, es frecuente experimentar crecimiento y cambio de coloración en los lunares, incluso con aumento del número de lesiones. Un dermatólogo con experiencia puede distinguir cuando esos cambios son fisiológicos y no conllevan peligro alguno, cuando son sospechosos y conviene hacer un seguimiento estrecho o bien quitar dicho lunar.
Tras el parto se puede producir una caida de pelo transitoria
Durante el embarazo la mayoría de los folículos pilosos de la mujer pasan a fase de crecimiento, debido sobre todo a cambios hormonales. Además, se puede presentar aumento del vello localizado o hirsutismo. Tras el parto es frecuente que se presente una caída del pelo generalizada denominada efluvio telógeno; se trata de un cuadro autolimitado en la mayor parte de las ocasiones, aunque si es muy intenso puede tratarse de forma muy eficaz.
Las enfermedades previas de la piel cambian durante el embarazo
Durante el embarazo se producen cambios en el sistema inmunitario que condicionan un cambio en el patrón de respuesta del mismo. Así, determinadas enfermedades de causa inmune pueden mejorar o empeorar durante la gestación. Un ejemplo típico es la dermatitis atópica, muy frecuente en nuestro medio, que puede presentar un empeoramiento transitorio que requiera ajustes en el tratamiento habitual. Otro caso muy frecuente es el acné, que puede mejorar o empeorar en el embarazo. Si empeorara, existen tratamientos específicos que pueden emplearse durante este periodo de tiempo.
Existen enfermedades específicas del embarazo
La mujer embarazada puede presentar en su piel alteraciones que son específicas del embarazo y que requieren de un abordaje diagnóstico y terapéutico concreto, como por ejemplo la erupción polimorfa del embarazo, la más frecuente, también conocida como PUPES (pápulas urticariales pruriginosas del embarazo) u otras. Se trata de un cuadro de naturaleza benigna que produce prurito intenso; no se acompaña de alteraciones en el desarrollo fetal, pero sí puede ser molesto y, por tanto, requerir de un tratamiento específico.